BLOQUE II: TEXTOS FOLCLÓRICOS. SELECCIÓN Y ADAPTACIÓN.

 Hola a todos otra vez!

Hoy vamos a tratar los textos folclóricos, concretamente los cuentos, pero igual que la última vez, primero me gustaría introducir un poco que significa esto de folclórico, de que trata y demás. Así que… ¡vamos a ello!

No existe ninguna palabra que recoja el significado de folclore como tal. Según la Real Academia Española, es un conjunto de costumbres, creencias, artesanías, canciones, y otras cosas semejantes de carácter tradicional y popular. De hecho, esta palabra también podemos verla escrita como folklore, esto se debe a su procedencia inglesa, donde folk es “pueblo” y lore “saber/conocimiento”. Por lo tanto, cuando hablamos de folclore, hablamos de tradición cultural. 

Los proverbios flamencos - Pieter Brueghel el Viejo
 

Los textos folclóricos tienen como características principales: el anonimato, la oralidad y la multiplicidad de variantes. Es importante que mantengamos la transmisión oral de los textos folclóricos, que al final es su esencia, ya que de esta forma estaremos favoreciendo a que el niño no pierda la capacidad de imaginar y al desarrollo de habilidades lingüísticas (léxico, estructuras gramaticales…). 

El cuento folclórico, es como un relato breve de asunto ficticio con un fin meramente lúdico. En su origen, no eran cuentos infantiles o cuentos para niños, sino que eran cuentos familiares, cuentos que se contaban en familia alrededor de la lumbre para divertirse y entretenerse. El cuento folclórico no es simplemente una sucesión de hechos mágicos, sino que forma parte de un proceso de socialización en el que entran el mundo afectivo del narrador y del receptor. Otro punto destacable es que el cuento folclórico es el primer paso que acerca a los niños a la lectura.

Si recordáis el bloque anterior, los personajes de los libros de autor debían ser figuras con las que los niños pudieran identificarse, sin embargo, en los cuentos folclóricos, los personajes suelen ser animales, seres ficticios como hadas, ogros, duendes, gigantes, brujas, magos, genios, animales mágicos…; muchos de ellos también presentan héroes y enemigos; arquetipos como la madrastra, príncipe y princesa, padre viudo, comerse a los niños, resucitar con un beso, (Caperucita Roja, Hansel y Gretel, Cenicienta, La Bella Durmiente…), etc. Normalmente, los niños aspiran a parecerse a estos personajes, los ven como un referente.

En el primer bloque, también hablamos sobre literatura y paraliteratura, en este caso sucede algo muy similar. Los cuentos folclóricos son necesarios porque permiten a los niños establecer significados simbólicos, que no significa que deban moralizar intencionadamente, como sucedía con la paraliteratura y suele hacer Perrault. En el aula, un buen maestro hará reflexionar a los alumnos sin dar respuestas, provocando de esta forma que cada uno de ellos pueda interpretar el cuento de mil maneras diferentes dependiendo del momento de su vida en el que se encuentren.

Es importante emplear el folclore en el aula porque como ya he mencionado, favorece al desarrollo de la imaginación de los niños, de las capacidades lingüísticas además del desarrollo emocional y psicológico que provocan estos cuentos en la mente de los niños.

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Bien, una vez que ya hemos introducido que es el folclore, quiero hablaros sobre el siguiente cuento: “Yorinda y Yoringuel”, de los hermanos Grimm. He elegido este y no otro por tres razones; la primera es por los recuerdos que me trae, pues cuando era pequeña mi abuela me lo contaba una y otra vez representando ella misma a la bruja y me gustaba tanto y le pedía que repitiese la acción tantas veces que me regaló una versión escrita; la segunda razón es porque aunque es un cuento de los hermanos Grimm (grandes folcloristas), no es tan conocido como otros; y por último, creo que es muy buen ejemplo para poder poner en práctica lo que hemos visto de teoría.

A continuación, os dejo el cuento (lo voy a destacar en otro color para que sea más sencilla la lectura y no sea un texto tan monótono…):

“Érase una vez un viejo castillo, que se levantaba en lo más fragoso de un vasto y espeso bosque. Lo habitaba una vieja bruja, que vivía completamente sola. De día tomaba la figura de un gato o de una lechuza, y al llegar la noche recuperaba de nuevo su forma humana. Poseía la virtud de atraer a toda clase de aves y animales silvestres, de los que se alimentaba. Todo aquel que se acercaba a cien pasos del castillo quedaba detenido, sin poder moverse del lugar hasta que ella se lo permitía; y siempre que entraba en aquel estrecho círculo una doncella, la vieja la transformaba en pájaro y, metiéndola en una cesta, la guardaba en un aposento del castillo. Tendría quizás unas siete mil cestas de esta clase.

Vivía también por aquel entonces una doncella llamada Yorinda, más hermosa que ninguna. Era la prometida de un doncel, muy apuesto también, que tenía por nombre Yoringuel. Hallábanse en lo mejor de su noviazgo, y nada les gustaba tanto como estar juntos. Para poder hablar a solas, se fueron un día a pasear por el bosque.
- ¡Guárdate bien - dijo Yoringuel - de acercarte demasiado al castillo!
Era un bello atardecer; el sol brillaba entre las ramas de los árboles, bañando con su luz el verde de la selva, y una tórtola cantaba su lamento desde lo alto de la vieja haya.
De pronto, a Yorinda se le saltaron las lágrimas; sentóse al sol, y se echó a llorar; y también lloraba Yoringuel. Ambos se sentían presa de una extraña angustia, como si presintieran la proximidad de la muerte. Miraban a su alrededor, desconcertados, y no sabían cómo volver a casa. El sol se ocultaba; sólo la mitad de su disco sobresalía de la cima de la montaña cuando Yoringuel, al dirigir la mirada a través de la maleza, descubrió, a muy poca distancia, el viejo muro del castillo. Aterrorizado, sintió una angustia de muerte, mientras Yorinda cantaba: "Mi pajarillo del rojo anillo
canta tristeza, tristeza, tristeza, canta la muerte a su pichoncillo, canta tristeza, ¡tirit, tirit, tirit!"

Ilustración de Benvenuti

Yoringuel se volvió a mirar a Yorinda. La doncella se había transformado en un ruiseñor y cantaba: "¡Tirit, tirit!" Una lechuza de ojos ardientes pasó tres veces volando sobre sus cabezas, gritando cada vez: "¡Chu, chu, ju, ju!" Yoringuel no podía moverse; se sentía como petrificado, sin poder llorar, ni hablar, ni mover manos ni pies.

El sol acabó de desaparecer, la lechuza voló a un arbusto, e inmediatamente salió del follaje una vieja encorvado, flaca 
y macilenta, de grandes ojos encarnados y corva nariz que casi tocaba con la puntiaguda barbilla. Refunfuñando, cogió al ruiseñor y se lo llevó. Yoringuel no podía pronunciar una palabra ni moverse del lugar; el ruiseñor había desaparecido.

Finalmente, volvió la bruja y, con voz sorda, dijo: - ¡Hola, Zaquiel! Cuando brille la lunita en su cestita, desata, Zaquiel, en buena hora. Y Yoringuel quedó desencantado. Postrándose a los pies de la vieja, suplicóle que le devolviese a su Yorinda. Pero ella le respondió que jamás volvería a verla, y desapareció. El mozo lloró, clamó, se lamentó, pero todo en vano. "¿Qué será de mí?," se decía. Anduvo a la ventura, y, al fin, llegó a un pueblo desconocido, en el que residió durante largo tiempo, trabajando como pastor de ovejas. Con frecuencia iba a rodar por los parajes del castillo, pero sin aventurarse nunca a acercarse demasiado. Soñó una noche que encontraba una flor roja como la sangre, en cuyo centro había una hermosa perla de gran tamaño. Arrancó la flor y se dirigió con ella al castillo; todo lo que tocaba con la flor, quedaba al momento desencantado; al fin recuperaba también a su Yorinda. 

Ilustración de Benvenuti
Al levantarse por la mañana se puso a buscar por montes y valles la flor soñada, hasta que, al llegar la madrugada del día noveno, la encontró. Tenía en el centro una gota de rocío, grande y hermosa como una perla. Cortóla y la llevó hasta el castillo; cuando llegó a cien pasos de él no se quedó petrificado, sino que pudo continuar hasta la puerta. Contentísimo, tocó con la flor el portal y éste se abrió bruscamente. Atravesó el patio, agudizando el oído para localizar el aposento de las aves, y, al fin, las oyó. Al entrar en él encontróse con la bruja, que estaba dando de comer a los pájaros encerrados en las siete mil cestas. Al ver la vieja a Yoringuel, encolerizóse terriblemente y se puso a increparle y a escupirle bilis y veneno; pero no podía acercársele a más de dos pasos. Él, sin hacerle caso, se dirigió a las cestas que contenían los pájaros; pero, entre tantos centenares de ruiseñores, ¿cómo iba a reconocer a su Yorinda? Mientras seguía buscando, observó que la vieja se llevaba disimuladamente una cesta, y con ella se encaminaba hacia la puerta. Precipitándose sobre la bruja, con la flor tocó la cesta y, al mismo tiempo, a la mujer, la cual perdió en el acto todo su poder de brujería, mientras reaparecía Yorinda, tan hermosa como antes, y se arrojaba en sus brazos. Redimió él entonces a todas las demás doncellas transformadas en aves y, con Yorinda, regresaron a su casa, donde ya vivieron muchos años con toda felicidad.”

En primer lugar, creo que este cuento es bastante sencillo de entender y en mi opinión, creo que es adecúa a las características básicas de los niños entre 2 y 5 años, ¿vosotros que pensáis? Además, como los textos folclóricos se cuentan y no se leen, podemos adaptar el lenguaje de este a cada ocasión. De todas formas, voy a enfocarme en el último curso de infantil, ya que la mayoría de los niños de entre 5 y 6 años son más capaces de seguir la trama de un cuento sin distracción, comprenden relaciones entre conceptos y objetos, responden a preguntas de “por qué”, suelen seguir reglas sin problema alguno, comprenden y hablan de forma descontextualizada, pueden inventar historias y mantener conversaciones significativas con otros, organizando así hechos con su habla. De esta manera, podremos tener más holgura para trabajar el cuento en el aula, aunque antes de explicar como haremos esto, analizaremos algunos aspectos:

-          Personajes: hay solamente tres personajes: Yorinda, Yoringuel y la bruja.

Podemos decir que Yorinda es la protagonista, ya que toda la historia gira en torno a ella y Yoringuel es el héroe que, por supuesto encaja con las cualidades típicas de héroe, es humilde, es muy guapo, sencillo e inteligente.

ASPECTOS MORFOLÓGICOS:

Ana Pelegrín nos facilita en su libro las treinta y una funciones de Propp que nos son de gran ayuda para poder analizar la morfología de un cuento.

Si analizamos Yorinda y Yoringuel según estas funciones sería así:

1.      Una pareja pasea por el campo (situación inicial).

2.      Llega una lechuza y convierte a Yorinda en ruiseñor y petrifica a Yoringuel (el agresor daña a uno de los miembros o causa perjuicios: fechoría).

3.      Yoringuel se lamenta y se marcha a otro lugar (el héroe se va de su casa: partida).

4.      Yoringuel sueña con una flor mágica (el héroe sufre una prueba, un cuestionario, etc., que le preparan para la recepción de un objeto o auxiliar mágico: primera función del donante).

5.      Cuando Yoringuel se despierta comienza a buscar la flor del sueño (el héroe reacciona ante las acciones del futuro donante: reacción del héroe).

6.      Encuentra y coge dicha flor (el objeto mágico pasa a disposición del héroe: recepción del objeto mágico).

7.      Yoringuel comienza el camino hacia el castillo (el héroe es llevado cerca del lugar donde se encuentra el objetivo de su búsqueda: desplazamiento).

8.      Yoringuel se enfrenta a la bruja (el héroe y el agresor se enfrentan en un combate: combate).

9.      Yoringuel consigue tocar la cesta y a la bruja con la flor roja (el agresor es vencido: victoria).

10.  Yorinda vuelve a ser humana (la fechoría inicial es reparada: reparación).

11.  La bruja se queda sin poderes (el agresor es castigado: castigo).

12.  Yorinda y Yoringuel se casan y viven felices (el héroe se casa: matrimonio).

Por lo tanto, la estructura de este cuento formada en base a estas funciones es:

FECHORÍA-PARTIDA-PRIMERA FUNCIÓN DEL DONANTE-REACCIÓN DEL HÉROE-RECEPCIÓN DEL OBJETO MÁGICO-DESPLAZAMIENTO-COMBATE-VICTORIA-REPARACÓN-CASTIGO-MATRIMONIO

ASPECTOS SIMBÓLICOS:

Aunque en este cuento si encontramos arquetipos comunes en los textos folclóricos, no es tan explícito. Quiero decir, coincide con el arquetipo de príncipes y princesas, aunque no en su totalidad ya que los personajes no pertenecen a la realeza. Sin embargo, si analizamos la simbología de dicho arquetipo, nos damos cuenta de que encaja perfectamente. Los príncipes son siempre valientes, hermosos y fuertes, a Yoringuel le describen como tal. Las princesas son inocentes, bellas y muy buenas y Yorinda coincide con estas características. Los príncipes y princesas reflejan el brillo y el valor de cada uno. Además, la mayoría de las personas sueña con “su príncipe azul”, con el amor verdadero y este cuento es un claro ejemplo de amor verdadero. Un caballero que no se rinde nunca y sigue amando a su doncella a pesar de la maldición, el tiempo y la distancia.

Asimismo, como afirma Bettelheim, los cuentos de hadas plantean un problema existencial, que permite que el niño pueda atacar los problemas en su forma esencial cuando algo más complejo le confunda. Los cuentos de hadas siempre tienen el mal presente en iguales condiciones que el bien, haciendo conscientes a los niños de su existencia y de que hay que saber lidiar con él, saber solucionar problemas, etc. Yorinda y Yoringuel demuestra que el amor todo lo puede, que a pesar de las adversidades que se puedan cruzar en el camino no debemos rendirnos.

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Ya que hemos analizado estos aspectos, pasemos a ver como se puede trabajar este cuento en el aula.

Yo personalmente, para contar el cuento, colocaría a la clase en círculo en la asamblea, de manera que todos nos podamos ver las caras en todo momento. Después, lo primero que haría sería adecuar el lenguaje y sintaxis del cuento para que su comprensión sea más sencilla. Esto es algo básico pero que quería recalcar, ya que como habréis podido observar si habéis leído el cuento, utiliza palabras y, sobre todo, formas verbales que hoy en día están en desuso o que los niños no acostumbran a oír.

Una vez realizada esta adaptación y contado el cuento realizaría una serie de preguntas como estas:

-          ¿Qué os ha parecido? ¿os ha gustado?

-          ¿De qué va? (para poder observar su capacidad de comprensión lectora y que han entendido del cuento).

-          ¿Crees que los personajes actúan bien? ¿Hizo bien Yoringuel en luchar por su amada? ¿Qué opináis de que la bruja desencantara a Yoringuel? ¿Tú que hubieras hecho si fueras Yoringuel y hechizaran a tu novia? ¿Hubieses buscado la flor por un simple sueño? ¿Y si fueras la bruja? (con estas preguntas podremos analizar su razonamiento y la actitud que tendrían ante una situación concreta).

-          ¿Vosotros en vuestra vida tenéis a alguien que se parezca a Yoringuel? ¿Y a la bruja?

-       ¿Cambiarías algo del cuento? ¿El qué?

-          ¿Qué habéis aprendido de este cuento?

Estas preguntas son la base del cuento-fórum, que irían variando según como avanzara el debate. Por eso antes que dicho que enfocaría la actividad para niños de tercero de infantil, ya que poseen unas capacidades que hacen posible esta manera de trabajar el cuento.

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He de admitir que yo no tenía apenas ningún conocimiento previo a la actividad acerca de los textos folclóricos, por lo que este bloque me ha enriquecido enormemente en ese aspecto. Asimismo, creo que es esencial que todo maestro conozca la labor que tienen estos cuentos en la evolución del aprendizaje de los niños, pues como hemos visto, contar cuentos de este estilo tiene grandes beneficios. Por esta misma razón, en mi futuro como docente no dudaré en emplear cuentos folclóricos en el aula, además, bajo mi punto de vista tienen mucho potencial como actividad didáctica.

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BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA:

- Labajo, I. (2021). Literatura infantil. CSEU La Salle, Madrid.

- Labajo, I. (2021). Guía de trabajo. Literatura infantil. CSEU La Salle, Madrid.

- Real Academia Española: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.4 en línea]. 

   https://dle.rae.es

- Wikipedia. (2021). Folclore. Wikipedia, la enciclopedia libre. https://es.wikipedia.org/wiki/Folclore

   grimmstories.com. (s. f.). Yorinda y Yoringuel - Hermanos Grimm. Cuentos de Grimm. 

   https://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/yorinda_y_yoringuel

- Centro de Orientación de Lectura. MEC. (1990). Características de los cuentos según la edad y etapa     del desarrollo lector.

- Pelegrín, A. (s. f.). La aventura de oír. Cuentos y memorias de tradición oral. Cincel.

- Bettelheim, B. (1994). Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Crítica. 

 https://online.lasallecampus.es/pluginfile.php/145618/mod_resource/content/1/Bettelheim%2C%20Bruno%20-%20Psicoan%C3%A1lisis%20de%20los%20cuentos%20de%20hadas.pdf

- Healthwise. (s. f.). Etapas del desarrollo para niños de 5 años. Cigna. 

  https://www.cigna.com/individuals-families/health-wellness/hw-en-espanol/temas-de-salud/etapas-del-desarrollo-para-ninos-de-5-anos-ue5316

- Dr. Tango. (s. f.). Desarrollo de los niños en edad preescolar. MedlinePlus. 

   https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002013.htm

- Brueghel, P. (1559). Los proverbios flamencos [Cuadro]. Gemäldegalerie, Berlín, Alemania.

https://es.wikipedia.org/wiki/Folclore#/media/Archivo:Pieter_Brueghel_the_Elder_-_The_Dutch_Proverbs_-_Google_Art_Project.jpg 




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